Se rumorea que todo esto
empezó a comienzos de los 70 con el Gay Liberation Front (Frente por
la Liberación Gay). Con la creencia profunda e intensamente
sostenida de que todo podía cambiar, el GLF quiso redefinir la
política sexual. Se inspiraron en el Movimiento de las Mujeres y en
los derechos civiles de las personas negras, con un toque de
filosofía libertaria y un poco de socialismo. Se llamaba a la
utopía.

"Fue el creer en el cambio personal y político a través de este proceso de convivencia, lo que nos dio la esperanza de que las diferencias que teníamos, en trasfondo u objetivos, o al nivel de si realmente nos llevaríamos bien; podían ser superadas"1.
Una vez que la comuna se
estableció, empezaron los problemas reales.
Surgieron conflictos sobre
el pago de las facturas, la limpieza, y un saco podrido de coles de
bruselas. Y esto eran nimiedades comparadas con las confrontaciones
que el GLF mantenía con sus "hermanas", el grupo "nunca
pudo salvar las distancias entre las principales comunidades gay y
lésbica."2 La facción de las mujeres
del boletín informativo del GLF, "Come Together" (Vayamos
Juntos), confirmó lo siguiente:
"Compartimos las experiencias de nuestros hermanos gais, pero como mujeres, las hemos vivido de manera diferente. Mientras los hombres en el GLF compartís los privilegios de todos los hombres –se os ha permitido aprender a organizaros, a hablar y a dominar– a nosotras no se nos ha enseñado a creer en nosotras mismas, en nuestro juicio, sino que se nos ha enseñado a hacernos las tontas y esperar a que un hombre tome las decisiones".3
En el invierno de
1971, muchas lesbianas abandonaron el GLF, principalmente por las
discusiones sobre política de derechas y de izquierdas, pero también
porque les molestaba mucho la manera en la que los hombres gais se
estaban comportando. Un gran número de mujeres se adhirieron al
Movimiento por la Liberación de la Mujer, sintiendo que habían
estado "luchando contra una misoginia muy poco disimulada".4 A finales de 1972, el GLF de Londres empezó a desmoronarse, pero al
mismo tiempo, estaban surgiendo grupos nuevos del GLF en otras
ciudades importantes.
Se echó la culpa, en parte, a una anárquica
falta de liderazgo, cuando el GLF no pudo mantener a los grupos
fragmentados bajo su poderoso estandarte. Las mujeres presentes en la
desintegración del GLF citaron específicamente
"... diferencias básicas en la sexualidad de las mujeres y los hombres homosexuales en aquel momento, lo que finalmente llevó a la ruptura... Al final, otra vez, las mujeres estaban haciéndoles el trabajo a los hombres, las mujeres estaban creando conciencia, las mujeres estaban regalándoles su energía a los hombres".5
Se quejaban de que
los hombres gais las ignoraban, las veían como intrusas. Puede que
sea comprensible –dada la ingenuidad corta de miras de la filosofía
de la comuna– que muchas lesbianas "hubieran
empezado a abandonar el sueño del GLF"6 ya que "se
cansaron de esperar que el GLF resolviera sus problemas porque... era
esencialmente un movimiento construido sobre la libertad de elegir y
practicar tu propia sexualidad. Sea cual sea tu sexualidad, si eres
mujer, siempre estás en segundo lugar. Los hombres gais, bajo
presión, podían volver al armario y recuperar todos los privilegios
de ser hombres. ¿A dónde podían ir las lesbianas?".7
Buena pregunta. Durante
muchos años, pareció que no existía un esfuerzo real para empezar
un "Lesbian Liberation Front" (Frente por la Liberación
Lésbica). Puede que fuera desafortunado que la fuerza del Movimiento
por la Liberación de la Mujer se llevara a tantas integrantes del
GLF para luchar por los derechos de las mujeres (heterosexuales). Es
posible que esto empezara el distanciamiento que todavía hoy existe,
pero como se ha escrito tan poco sobre la agria separación (ese
periodo de nuestra historia ha sido escrito en su mayoría por
hombres gais), solamente puede concebirse como asumida.
Si se veía a las
lesbianas manifestarse al margen de los hombres gais durante los
primeros años de los ochenta, solía ser en las vallas de Greenham
Common. Más tarde vino un hiato extraño en el que las lesbianas
eran raramente vistas, mientras que los hombres estaban siempre en el
foco –principalmente gracias a la devastadora expansión del VIH y
el SIDA. Las lesbianas estaban en un segundo plano, trabajando con
grupos como ACT-UP, para crear conciencia, escribiendo cartas,
organizando cadenas telefónicas, desarrollando estrategias, yendo a
conferencias, repartiendo panfletos, ondeando pancartas, recopilando
información, mandando correos, chupando sellos y preparándose.
No tengo reparo en decir
que las lesbianas fueron una parte increíblemente fuerte e integral
de la columna vertebral del movimiento contra el SIDA, y todavía lo
son. Las lesbianas no veían el SIDA como un problema que afectará
exclusivamente a los hombres gais y no les dieron la espalda, usaron
el conocimiento adquirido del Movimiento de las Mujeres y lo
aplicaron a la crisis del SIDA. Y como cualquiera que haya por lo
menos olido el trabajo caritativo, sabe que el criticismo es fuerte y
el reconocimiento flojo. Las lesbianas se vieron afectadas no solo
por el trabajo que dedicaron, sino también por la cantidad de amigos
y miembros de la familia que vieron morir.
A pesar de la amenaza de
agotamiento, el espíritu de entonces del activismo contra el SIDA
derivó en una nueva época de acción directa radical; el activismo
queer. Este fue un periodo gloriosamente embriagador cuando "Bollera
+ Marica = Queer" y éramos todos "jodidamente Queer".
Los problemas de las políticas separatistas fueron barridos por la
pura fuerza del enfado que sentían muchas lesbianas y gais. En los
Estados Unidos, la Nación Queer se convirtió en el primero de los
grupos radicales de acción directa que recogía los méritos de la
desobediencia civil. Exigían poder enfadarse y
dejar surgir la rabia que había estado latente bajo la superficie
durante muchos años. Con un estilo muy hábil y teniendo muy en
cuenta los medios, la Nación Queer recibió la máxima atención
cuando planeó y ejecutó una serie de protestas muy visuales
ejerciendo una presión organizada. En dos años el grupo,
establecido a lo largo de Estados Unidos, se empezó a fragmentar
cuando sus distintas facciones empezaron a resentirse por el poder
controlador que ejercían los hombres gais blancos, aunque apenas se
han documentado los motivos de esta separación.
En mayo de 1990, en
Londres, se formó un grupo similar llamado OutRage! (Indignación),
integrado por un pequeño grupo de lesbianas y gais, como reacción
ante la muerte del actor Michael Boothe, que había sido un queer
golpeado hasta la muerte (y a pesar de lo que se dijo en numerosas
ocasiones, Peter Tatchell no era un miembro fundador). Las protestas
por el asesinato de Boothe llamaron la atención sobre el hecho de
que la policía había llegado tarde en su obligación de solver los
asesinatos de otros hombres gais. Prometían defender la
dignidad y los derechos humanos de lesbianas y gais a través de una
estructura realmente democrática, con lo que OutRage! siguió el
ejemplo de desobediencia civil de Queer Nation y se embarcó en
varias campañas diseñadas para alertar al público británico de la
homofobia.
El primer bloque
complicado fue la adopción del término "Queer". A algunos
de los miembros no les gustaba el término. La prensa rosa publicó
una serie de cartas entre Chris White —un objetor virulento— y
algunos miembros de OutRage!. Desde OutRage! se aseguró que no se
estaba forzando a nadie a autodenominarse queer, que era una elección
personal, pero que gais y lesbianas debían recuperar la palabra para
que la sociedad no pudiera abusar más de nosotros a través de su
uso.
Después de que este furor
inicial muriera, OutRage! se organizó seriamente. Llevaron un
autobús a Brighton para reivindicar en el Congress for the Family y
celebraban ceremonias nupciales en Trafalgar Square. Crearon las
infames Whistle Patrols (formadas por 60 personas que pasaban
cordones rosas a través de silbatos) y se besaban junto a la estatua
de Eros en Piccadilly Circus. Se entregaban en la comisaría de
policía de Bow Street como "criminales sexuales" y
deambulaban de un lado a otro de Oxford Street vestidos de Drags
horteras. Los grupos afines establecidos para organizar disturbios. Las Putas de Babylon
exorcizaron Lambeth Palace, donde vivía el Archidiócesis de
Canterbury, mientras el grupo de la Isla de Man saltaba sobre la
"Isle of Wanx" y luchó por los derechos de los gais. El
metro de Londres fue secuestrado por un grupo afirmando el derecho a
la seguridad en todas las líneas tras un incremento en los ataques
homófobos. Un grupo llamado SISSY intentó repartir información
sobre sexualidad a la salida de los colegios, y sus integrantes
fueron rociados con vinagre por las enfadadas madres de los niños.
Otro grupo, esta vez de periodistas, se infiltró con éxito en los
"Evening Standard" Film Awards, para protestar por las
editoriales homófobas y porque el personal de limpieza era enviado a
Hampstead Heath a recoger los envoltorios de los condones. Un arduo
trabajo en un único periodo de dieciocho meses.
La mayoría de los
miembros de OutRage! –"independientemente de su género, raza,
edad, o clase social"– eran principalmente blancos, gais y
hombres. Las pocas mujeres que acudían regularmente en 1991/1992
empezaron a sentirse contrariadas al ver que se las excluía de las
discusiones y al ver que tenían que estar constantemente en lucha
para que les prestarán atención. OutRage! Cedió a la poca presión
que hicieron y crearon un grupo llamado Ladies Excuse Me para abordar
los "temas lésbicos" –y en particular su visibilidad,
pero fue muy pequeño y de corta vida. PUSSY (que significa tanto
gato como coño y que era el acrónimo en inglés de Pervertidas
Eliminando el Escrutinio del Estado) evolucionó a grupo mixto (pero
estaba principalmente formado por mujeres) cuya tarea era luchar
contra la censura y el sexismo, y promover el sexo Queer. La mayoría
del trabajo que hacían surgía como respuesta a la censura dentro de
la propia comunidad, y consistía en apoyar el libro de Della Grace,
"Love Bites" y la revista pro-sexo "Quim".
El
grupo también cambió al el Brief Encounter, un garito donde hombres
gais se reunían a beber. Como reconoció jocoso el encargado del
lugar (en conversación telefónica con un hombre gay de OutRage!),
en el local se organizaba semanalmente la noche "Bring A Fish"
(trae un pescado), en la que los hombres homosexuales podían llevar
a sus amigas de acompañantes. Alrededor de quince lesbianas y media
docena de gais (como dijeron “solo en el caso de que haya algún
problema”) entraron en el bar,con silbatos y pancartas con dibujos
de pescados enfadados en ellas. Algunos de los asistentes salieron
corriendo mientras otros se quedaron a acusar de abuso a las
lesbianas que protestaban, y algunas de las amigas de los gais allí
presentes dejaban claro lo que pensaban de las lesbianas. La redada
se consideró un auténtico éxito , ya que el bar dejó de organizar
el evento. Por supuesto, el grupo era perfectamente consciente de que
aquella noche consiguieron cambiar muy pocas actitudes.
OutRage!estaba ganando
impulso con un archivo de recortes que comenzó a superar su espacio
en el gabinete. Aún así, hubo algunas mujeres que estaban
decepcionadas por el ángulo lésbico de OutRage, las campañas se
estaban dejando de lado. Para tratar de abordar el problema continuo
que tiene cualquier grupo de alto perfil, ¡OutRage! establecer
cuatro "grupos focales" para llevar el racismo, el sexismo,
el clasismo y el abismo a la luz pública, no solo en la comunidad de
lesbianas y homosexuales, sino también en OutRage! en sí mismo. Y
así nacieron LINK, ETHNIC, Working Class Queers y LABIA +, que
empleaban a menos de la décima parte de las personas que asistían a
las reuniones para dirigir los grupos.
Los grupos eran pequeños:
tres solo tenían un miembro cada uno y LABIA solo logró aumentar el
perfil de las lesbianas dentro de OutRage en una docena más o menos,
pero más mujeres comenzaron a asistir e involucrarse. Pero a LABIA
todavía le resultaba bastante difícil expresar su opinión y las
mujeres se vieron bloqueadas o enfadadas: un miembro sugirió
calmadamente que si la representante de las lesbianas fuera "un
poco menos agresiva, entonces la gente lo escucharía". Además,
la emoción creada por la publicidad potencial de los ataques a veces
significaría que las consideraciones vitales se quedaron fuera, y
OutRage! También se vió parcialmente obstaculizado por una prisa
continua y frenética por encontrar lesbianas que participaran:
invariablemente, algunas de las acciones estaban representadas (al
menos fotográficamente) por los medios gay como solo para hombres.
Cuando se señaló este hecho, OutRage! tomó el paso de empujar
deliberadamente a lesbianas y miembros negros al frente de cualquier
tiro multitudinario, pero esta brillante iniciativa no siempre
funcionó. En más de una ocasión, los organizadores fueron
"persuadidos" por los fotógrafos de que una línea de
hombres homosexuales sería una imagen más impactante para los
periódicos que una mezcla de diques y hombres homosexuales.
A principios de 1992,
OutRage! había comenzado a planear la "Igualdad Ya!"
campaña - la creación de Peter Tatchell. Se entregó un documento
de consulta en octubre de 1991 que detalla un plan de 12 puntos.
Incluía la "derogación de ... leyes antilesbianas"
(aunque no hay una sola ley británica que mencione a las lesbianas)
y planeó una "Pelota de error", un "Crucero en"
y una "Fiesta de Adquisición" - no exactamente eventos
para las mujeres. Se solicitó la "discriminación laboral
anti-gay" y se planificó una marcha para una edad igual de
consentimiento. OutRage!también proporcionó "figuras de
vergüenza": 3.500 hombres homosexuales procesados, 2.700
encarcelados, 12 millones de libras desperdiciados en procesamientos,
etc. En ninguna parte figuraban las cifras de lesbianas con respecto
a cualquier discriminación, ya sea en el empleo, la salud o la ley.
Los problemas eran solo masculinos o estaba muy implícito que eran
solo para hombres.
"En varias reuniones a las que asistí, parecía que no era solo la ley para la que las lesbianas eran invisibles. El único problema de igualdad de lesbianas en la agenda era la custodia de las lesbianas, y parecía haber una suposición común de que las mujeres presentes tendrían un pensamiento a través de la agenda, con más experiencia e interés que los hombres ... "Las cuestiones lesbianas" parecían estar etiquetadas hasta el final de las agendas e invariablemente pospuestas hasta la semana siguiente, debido a la falta de tiempo ". 8
Una acción - desconectada
de la "Igualdad Ya!" campaña, que tenía la intención de
ser lesbiana, solo vino con el caso de Jennifer Saunders (entonces de
18 años), que estuvo encarcelada durante seis años por "vestirse
como un hombre" y tener relaciones sexuales con otras dos
mujeres de 17 años, una sentencia que fue más larga que la
mayoría de los hombres por violación. Como la ley de la edad de
consentimiento no se podía usar contra Saunders, la acusaron de
asalto indecente, y el juez Crabtree afirmó que era una "amenaza
para las niñas". También opinó que "supongo que las dos
preferirían haber sido violadas por un joven", un comentario
que luego refutó. LABIA tomó el caso de Saunder y celebró un
piquete de cinco horas en la oficina del Lord Canciller, exigiendo el
despido del juez Crabtree y un cambio en las leyes sobre la edad de
consentimiento y la definición de consentimiento, y pidiendo la
liberación de Saunders.
"Sin LABIA, la prensa habría ignorado el hecho de que el caso tenía algo que ver con las lesbianas. Y de hecho hubo un claro fracaso de otros grupos feministas lesbianas para unirse a la defensa de Saunder" 9.
LABIA admitió que tuvo
más fracasos que éxitos. El concierto inicial de LABIA de un
concierto de Michelle Shocked (un ícono del movimiento de las
lesbianas que había hecho comentarios despectivos sobre la comunidad
que la hizo famosa) contó con la presencia de una persona porque
nadie más podía obtener boletos. Un golpe de tubo solo para mujeres
para resaltar los asaltos en el metro de Londres solo logró reunir a
seis mujeres. Un intento de establecer el crucero lésbico en el
Heath (originalmente sugerido por los miembros de OutRage!. Cuando las
mujeres denunciaban la falta de sexos seguro para las lesbianas) fue
duramente criticado en la prensa y fracasó. Los hombres homosexuales
que acusaban a LABIA de "alarmismo" obstaculizaron los
esfuerzos para promover el sexo seguro para las lesbianas. El grupo
diseñó un conjunto de camisetas con logotipos como "Dykes Fuck
- Get Used To It" y "Lesbian Visibility", pero los
fondos se agotaron debido a los costos de la "Igualdad Ya!"
campaña antes de que puedan ser impresos.
OutRage!puso el último
clavo en el ataúd del grupo focal en junio de 1992 con lo que
algunos consideran una medida inconstitucional. Aunque OutRage!
afirma que es democrático, esencialmente fue dirigido por unos pocos
hombres gay ruidosos. Una moción fue presentada sin consulta por uno
de ellos, Steve Cook, para cerrar LINK, ETHNIC, Working Class Queers
y LABIA porque, entre otras razones, perdieron el tiempo en las
reuniones, fueron "aburridas" y frustró OutRage! tirar
dinero. Ninguno de los grupos había gastado mucho dinero: LINK,
ETHNIC y Working Class Queers ni siquiera podían matar a nadie
porque nadie acudía a sus reuniones para arreglarlo. La mayoría del
trabajo fue realizado por algunas personas que usaban equipos en sus
lugares de trabajo, una política que fue alentada positivamente por
OutRage! para todos los grupos. Los miembros fueron citados diciendo
que los grupos focales los hicieron sentir "incómodos" y
"culpables". Para mí y para otros, eso demostró que
estábamos cumpliendo con una de las tareas que los grupos se
prepararon para hacer, y llamando a su conciencia colectiva.
"OutRage! Los hombres estaban hartos de haber sido atacados por la culpa, una admisión de que solo saldrían del registro ... ¿Podría ser cierto que ... OutRage! quiere la caballerosidad y la influencia civilizadora de las mujeres, sin la comodidad de grupos problemáticos que desafían el sexismo, el racismo y el clasismo? "10
Irónicamente, OutRage!
notificó a la prensa que la primera acción después del cierre de
los grupos focales era incluir la crucifixión de una lesbiana. En un
artículo de Sarah Graham (asistente habitual), Derek Jarman e Isaac
Julien (el primero había estado en una reunión en 1992, este último
en ninguna), se afirmó que "informes virulentos basados en
informes inexactos" que los llevaron a concluir,
"¿Se está sacrificando el futuro de OutRage! Por las plumas envenenadas de personas que pueden tener agendas ocultas" 11.
¿Una agenda oculta? ¿De
que? ¿Derechos iguales? Parece extraño que cierren los grupos
focales, prohibiendo cualquier discusión sobre sexismo, racismo y
abismo. OutRage! no ha intentado explicar dónde exactamente eso dejó
a las mujeres, a las comunidades étnicas y a los discapacitados, o
cómo podrían ignorar el hecho de que los problemas relacionados con
el racismo, el abismo y el sexismo no pueden separarse fácilmente de
la homofobia.

"¿Es también el caso de que las lesbianas aún no hayan iniciado una agenda queer que sea proactiva en lugar de una reacción a los sentimientos de exclusiones?" 12
¡LABIA
y los otros grupos focales fueron casi con certeza una reacción a la
falta de consenso y democracia dentro de OutRage! y creo que
sufrieron por eso. Las lesbianas involucradas se sentían como si
estuvieran siempre a la defensiva, teniendo que demostrar sus motivos
para hacer campaña en torno a cuestiones distintas de los derechos
reproductivos y de custodia. A menudo se sucedieron batallas a
pequeña escala sobre el financiamiento y el tiempo. Hubo presión de
OutRage! para mostrarle a la comunidad externa que estaban lidiando
con problemas de lesbianas, pero se llevaron a cabo discusiones
semanales sobre los grupos de enfoque para que existan dentro de la
estructura. Las lesbianas no sentían que habían sido invitadas a
este círculo, e incluso tuvieron que preguntar si las lesbianas
necesitaban ir a las protestas.