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viernes, 24 de noviembre de 2017

Lesbofobia (parte 1)

Texto original: Lebofobia
Traducción: Somos la mitad y Patrulla Feminista

Se rumorea que todo esto empezó a comienzos de los 70 con el Gay Liberation Front (Frente por la Liberación Gay). Con la creencia profunda e intensamente sostenida de que todo podía cambiar, el GLF quiso redefinir la política sexual. Se inspiraron en el Movimiento de las Mujeres y en los derechos civiles de las personas negras, con un toque de filosofía libertaria y un poco de socialismo. Se llamaba a la utopía.
Un buen número de almas resistentes quedó completamente insatisfecho con las autodefinidas subculturas gay y lésbica, así como con las estructuras políticas y sociales establecidas que ignoraban su sexualidad. La ideología del GLF –la afirmación de la sexualidad como individuos y como acto político– se consideraba "revolucionaria" porque era visible y agresiva. El grupo quería plantearle un desafío a la izquierda, que había perdido de vista los problemas reales sobre la sexualidad; así como dinamitar el sexismo y el heterosexismo. La idea de que "lo personal es político", fue extendida por el GLF hasta el punto de formar una comuna ("un grupo de hombres gais") para aunar las dos áreas centrales del GLF: crear conciencia y salir del armario.

"Fue el creer en el cambio personal y político a través de este proceso de convivencia, lo que nos dio la esperanza de que las diferencias que teníamos, en trasfondo u objetivos, o al nivel de si realmente nos llevaríamos bien; podían ser superadas"1.

Una vez que la comuna se estableció, empezaron los problemas reales.
Surgieron conflictos sobre el pago de las facturas, la limpieza, y un saco podrido de coles de bruselas. Y esto eran nimiedades comparadas con las confrontaciones que el GLF mantenía con sus "hermanas", el grupo "nunca pudo salvar las distancias entre las principales comunidades gay y lésbica."2 La facción de las mujeres del boletín informativo del GLF, "Come Together" (Vayamos Juntos), confirmó lo siguiente: 
"Compartimos las experiencias de nuestros hermanos gais, pero como mujeres, las hemos vivido de manera diferente. Mientras los hombres en el GLF compartís los privilegios de todos los hombres –se os ha permitido aprender a organizaros, a hablar y a dominar– a nosotras no se nos ha enseñado a creer en nosotras mismas, en nuestro juicio, sino que se nos ha enseñado a hacernos las tontas y esperar a que un hombre tome las decisiones".3

En el invierno de 1971, muchas lesbianas abandonaron el GLF, principalmente por las discusiones sobre política de derechas y de izquierdas, pero también porque les molestaba mucho la manera en la que los hombres gais se estaban comportando. Un gran número de mujeres se adhirieron al Movimiento por la Liberación de la Mujer, sintiendo que habían estado "luchando contra una misoginia muy poco disimulada".4 A finales de 1972, el GLF de Londres empezó a desmoronarse, pero al mismo tiempo, estaban surgiendo grupos nuevos del GLF en otras ciudades importantes. 

Se echó la culpa, en parte, a una anárquica falta de liderazgo, cuando el GLF no pudo mantener a los grupos fragmentados bajo su poderoso estandarte. Las mujeres presentes en la desintegración del GLF citaron específicamente 
"... diferencias básicas en la sexualidad de las mujeres y los hombres homosexuales en aquel momento, lo que finalmente llevó a la ruptura... Al final, otra vez, las mujeres estaban haciéndoles el trabajo a los hombres, las mujeres estaban creando conciencia, las mujeres estaban regalándoles su energía a los hombres".5

Se quejaban de que los hombres gais las ignoraban, las veían como intrusas. Puede que sea comprensible –dada la ingenuidad corta de miras de la filosofía de la comuna– que muchas lesbianas "hubieran empezado a abandonar el sueño del GLF"6 ya que "se cansaron de esperar que el GLF resolviera sus problemas porque... era esencialmente un movimiento construido sobre la libertad de elegir y practicar tu propia sexualidad. Sea cual sea tu sexualidad, si eres mujer, siempre estás en segundo lugar. Los hombres gais, bajo presión, podían volver al armario y recuperar todos los privilegios de ser hombres. ¿A dónde podían ir las lesbianas?".7

Buena pregunta. Durante muchos años, pareció que no existía un esfuerzo real para empezar un "Lesbian Liberation Front" (Frente por la Liberación Lésbica). Puede que fuera desafortunado que la fuerza del Movimiento por la Liberación de la Mujer se llevara a tantas integrantes del GLF para luchar por los derechos de las mujeres (heterosexuales). Es posible que esto empezara el distanciamiento que todavía hoy existe, pero como se ha escrito tan poco sobre la agria separación (ese periodo de nuestra historia ha sido escrito en su mayoría por hombres gais), solamente puede concebirse como asumida.

Si se veía a las lesbianas manifestarse al margen de los hombres gais durante los primeros años de los ochenta, solía ser en las vallas de Greenham Common. Más tarde vino un hiato extraño en el que las lesbianas eran raramente vistas, mientras que los hombres estaban siempre en el foco –principalmente gracias a la devastadora expansión del VIH y el SIDA. Las lesbianas estaban en un segundo plano, trabajando con grupos como ACT-UP, para crear conciencia, escribiendo cartas, organizando cadenas telefónicas, desarrollando estrategias, yendo a conferencias, repartiendo panfletos, ondeando pancartas, recopilando información, mandando correos, chupando sellos y preparándose.

No tengo reparo en decir que las lesbianas fueron una parte increíblemente fuerte e integral de la columna vertebral del movimiento contra el SIDA, y todavía lo son. Las lesbianas no veían el SIDA como un problema que afectará exclusivamente a los hombres gais y no les dieron la espalda, usaron el conocimiento adquirido del Movimiento de las Mujeres y lo aplicaron a la crisis del SIDA. Y como cualquiera que haya por lo menos olido el trabajo caritativo, sabe que el criticismo es fuerte y el reconocimiento flojo. Las lesbianas se vieron afectadas no solo por el trabajo que dedicaron, sino también por la cantidad de amigos y miembros de la familia que vieron morir.

A pesar de la amenaza de agotamiento, el espíritu de entonces del activismo contra el SIDA derivó en una nueva época de acción directa radical; el activismo queer. Este fue un periodo gloriosamente embriagador cuando "Bollera + Marica = Queer" y éramos todos "jodidamente Queer". Los problemas de las políticas separatistas fueron barridos por la pura fuerza del enfado que sentían muchas lesbianas y gais. En los Estados Unidos, la Nación Queer se convirtió en el primero de los grupos radicales de acción directa que recogía los méritos de la desobediencia civil. Exigían poder enfadarse y dejar surgir la rabia que había estado latente bajo la superficie durante muchos años. Con un estilo muy hábil y teniendo muy en cuenta los medios, la Nación Queer recibió la máxima atención cuando planeó y ejecutó una serie de protestas muy visuales ejerciendo una presión organizada. En dos años el grupo, establecido a lo largo de Estados Unidos, se empezó a fragmentar cuando sus distintas facciones empezaron a resentirse por el poder controlador que ejercían los hombres gais blancos, aunque apenas se han documentado los motivos de esta separación.

En mayo de 1990, en Londres, se formó un grupo similar llamado OutRage! (Indignación), integrado por un pequeño grupo de lesbianas y gais, como reacción ante la muerte del actor Michael Boothe, que había sido un queer golpeado hasta la muerte (y a pesar de lo que se dijo en numerosas ocasiones, Peter Tatchell no era un miembro fundador). Las protestas por el asesinato de Boothe llamaron la atención sobre el hecho de que la policía había llegado tarde en su obligación de solver los asesinatos de otros hombres gais. Prometían defender la dignidad y los derechos humanos de lesbianas y gais a través de una estructura realmente democrática, con lo que OutRage! siguió el ejemplo de desobediencia civil de Queer Nation y se embarcó en varias campañas diseñadas para alertar al público británico de la homofobia.

El primer bloque complicado fue la adopción del término "Queer". A algunos de los miembros no les gustaba el término. La prensa rosa publicó una serie de cartas entre Chris White —un objetor virulento— y algunos miembros de OutRage!. Desde OutRage! se aseguró que no se estaba forzando a nadie a autodenominarse queer, que era una elección personal, pero que gais y lesbianas debían recuperar la palabra para que la sociedad no pudiera abusar más de nosotros a través de su uso.

Después de que este furor inicial muriera, OutRage! se organizó seriamente. Llevaron un autobús a Brighton para reivindicar en el Congress for the Family y celebraban ceremonias nupciales en Trafalgar Square. Crearon las infames Whistle Patrols (formadas por 60 personas que pasaban cordones rosas a través de silbatos) y se besaban junto a la estatua de Eros en Piccadilly Circus. Se entregaban en la comisaría de policía de Bow Street como "criminales sexuales" y deambulaban de un lado a otro de Oxford Street vestidos de Drags horteras. Los grupos afines establecidos para organizar disturbios. Las Putas de Babylon exorcizaron Lambeth Palace, donde vivía el Archidiócesis de Canterbury, mientras el grupo de la Isla de Man saltaba sobre la "Isle of Wanx" y luchó por los derechos de los gais. El metro de Londres fue secuestrado por un grupo afirmando el derecho a la seguridad en todas las líneas tras un incremento en los ataques homófobos. Un grupo llamado SISSY intentó repartir información sobre sexualidad a la salida de los colegios, y sus integrantes fueron rociados con vinagre por las enfadadas madres de los niños. Otro grupo, esta vez de periodistas, se infiltró con éxito en los "Evening Standard" Film Awards, para protestar por las editoriales homófobas y porque el personal de limpieza era enviado a Hampstead Heath a recoger los envoltorios de los condones. Un arduo trabajo en un único periodo de dieciocho meses.
La mayoría de los miembros de OutRage! –"independientemente de su género, raza, edad, o clase social"– eran principalmente blancos, gais y hombres. Las pocas mujeres que acudían regularmente en 1991/1992 empezaron a sentirse contrariadas al ver que se las excluía de las discusiones y al ver que tenían que estar constantemente en lucha para que les prestarán atención. OutRage! Cedió a la poca presión que hicieron y crearon un grupo llamado Ladies Excuse Me para abordar los "temas lésbicos" –y en particular su visibilidad, pero fue muy pequeño y de corta vida. PUSSY (que significa tanto gato como coño y que era el acrónimo en inglés de Pervertidas Eliminando el Escrutinio del Estado) evolucionó a grupo mixto (pero estaba principalmente formado por mujeres) cuya tarea era luchar contra la censura y el sexismo, y promover el sexo Queer. La mayoría del trabajo que hacían surgía como respuesta a la censura dentro de la propia comunidad, y consistía en apoyar el libro de Della Grace, "Love Bites" y la revista pro-sexo "Quim".
El grupo también cambió al el Brief Encounter, un garito donde hombres gais se reunían a beber. Como reconoció jocoso el encargado del lugar (en conversación telefónica con un hombre gay de OutRage!), en el local se organizaba semanalmente la noche "Bring A Fish" (trae un pescado), en la que los hombres homosexuales podían llevar a sus amigas de acompañantes. Alrededor de quince lesbianas y media docena de gais (como dijeron “solo en el caso de que haya algún problema”) entraron en el bar,con silbatos y pancartas con dibujos de pescados enfadados en ellas. Algunos de los asistentes salieron corriendo mientras otros se quedaron a acusar de abuso a las lesbianas que protestaban, y algunas de las amigas de los gais allí presentes dejaban claro lo que pensaban de las lesbianas. La redada se consideró un auténtico éxito , ya que el bar dejó de organizar el evento. Por supuesto, el grupo era perfectamente consciente de que aquella noche consiguieron cambiar muy pocas actitudes.

OutRage!estaba ganando impulso con un archivo de recortes que comenzó a superar su espacio en el gabinete. Aún así, hubo algunas mujeres que estaban decepcionadas por el ángulo lésbico de OutRage, las campañas se estaban dejando de lado. Para tratar de abordar el problema continuo que tiene cualquier grupo de alto perfil, ¡OutRage! establecer cuatro "grupos focales" para llevar el racismo, el sexismo, el clasismo y el abismo a la luz pública, no solo en la comunidad de lesbianas y homosexuales, sino también en OutRage! en sí mismo. Y así nacieron LINK, ETHNIC, Working Class Queers y LABIA +, que empleaban a menos de la décima parte de las personas que asistían a las reuniones para dirigir los grupos.

Los grupos eran pequeños: tres solo tenían un miembro cada uno y LABIA solo logró aumentar el perfil de las lesbianas dentro de OutRage en una docena más o menos, pero más mujeres comenzaron a asistir e involucrarse. Pero a LABIA todavía le resultaba bastante difícil expresar su opinión y las mujeres se vieron bloqueadas o enfadadas: un miembro sugirió calmadamente que si la representante de las lesbianas fuera "un poco menos agresiva, entonces la gente lo escucharía". Además, la emoción creada por la publicidad potencial de los ataques a veces significaría que las consideraciones vitales se quedaron fuera, y OutRage! También se vió parcialmente obstaculizado por una prisa continua y frenética por encontrar lesbianas que participaran: invariablemente, algunas de las acciones estaban representadas (al menos fotográficamente) por los medios gay como solo para hombres. Cuando se señaló este hecho, OutRage! tomó el paso de empujar deliberadamente a lesbianas y miembros negros al frente de cualquier tiro multitudinario, pero esta brillante iniciativa no siempre funcionó. En más de una ocasión, los organizadores fueron "persuadidos" por los fotógrafos de que una línea de hombres homosexuales sería una imagen más impactante para los periódicos que una mezcla de diques y hombres homosexuales.

A principios de 1992, OutRage! había comenzado a planear la "Igualdad Ya!" campaña - la creación de Peter Tatchell. Se entregó un documento de consulta en octubre de 1991 que detalla un plan de 12 puntos. Incluía la "derogación de ... leyes antilesbianas" (aunque no hay una sola ley británica que mencione a las lesbianas) y planeó una "Pelota de error", un "Crucero en" y una "Fiesta de Adquisición" - no exactamente eventos para las mujeres. Se solicitó la "discriminación laboral anti-gay" y se planificó una marcha para una edad igual de consentimiento. OutRage!también proporcionó "figuras de vergüenza": 3.500 hombres homosexuales procesados, 2.700 encarcelados, 12 millones de libras desperdiciados en procesamientos, etc. En ninguna parte figuraban las cifras de lesbianas con respecto a cualquier discriminación, ya sea en el empleo, la salud o la ley. Los problemas eran solo masculinos o estaba muy implícito que eran solo para hombres.
"En varias reuniones a las que asistí, parecía que no era solo la ley para la que las lesbianas eran invisibles. El único problema de igualdad de lesbianas en la agenda era la custodia de las lesbianas, y parecía haber una suposición común de que las mujeres presentes tendrían un pensamiento a través de la agenda, con más experiencia e interés que los hombres ... "Las cuestiones lesbianas" parecían estar etiquetadas hasta el final de las agendas e invariablemente pospuestas hasta la semana siguiente, debido a la falta de tiempo ". 8

Una acción - desconectada de la "Igualdad Ya!" campaña, que tenía la intención de ser lesbiana, solo vino con el caso de Jennifer Saunders (entonces de 18 años), que estuvo encarcelada durante seis años por "vestirse como un hombre" y tener relaciones sexuales con otras dos mujeres de 17 años, una sentencia que fue más larga que la mayoría de los hombres por violación. Como la ley de la edad de consentimiento no se podía usar contra Saunders, la acusaron de asalto indecente, y el juez Crabtree afirmó que era una "amenaza para las niñas". También opinó que "supongo que las dos preferirían haber sido violadas por un joven", un comentario que luego refutó. LABIA tomó el caso de Saunder y celebró un piquete de cinco horas en la oficina del Lord Canciller, exigiendo el despido del juez Crabtree y un cambio en las leyes sobre la edad de consentimiento y la definición de consentimiento, y pidiendo la liberación de Saunders.
"Sin LABIA, la prensa habría ignorado el hecho de que el caso tenía algo que ver con las lesbianas. Y de hecho hubo un claro fracaso de otros grupos feministas lesbianas para unirse a la defensa de Saunder" 9.

LABIA admitió que tuvo más fracasos que éxitos. El concierto inicial de LABIA de un concierto de Michelle Shocked (un ícono del movimiento de las lesbianas que había hecho comentarios despectivos sobre la comunidad que la hizo famosa) contó con la presencia de una persona porque nadie más podía obtener boletos. Un golpe de tubo solo para mujeres para resaltar los asaltos en el metro de Londres solo logró reunir a seis mujeres. Un intento de establecer el crucero lésbico en el Heath (originalmente sugerido por los miembros de OutRage!. Cuando las mujeres denunciaban la falta de sexos seguro para las lesbianas) fue duramente criticado en la prensa y fracasó. Los hombres homosexuales que acusaban a LABIA de "alarmismo" obstaculizaron los esfuerzos para promover el sexo seguro para las lesbianas. El grupo diseñó un conjunto de camisetas con logotipos como "Dykes Fuck - Get Used To It" y "Lesbian Visibility", pero los fondos se agotaron debido a los costos de la "Igualdad Ya!" campaña antes de que puedan ser impresos.

OutRage!puso el último clavo en el ataúd del grupo focal en junio de 1992 con lo que algunos consideran una medida inconstitucional. Aunque OutRage! afirma que es democrático, esencialmente fue dirigido por unos pocos hombres gay ruidosos. Una moción fue presentada sin consulta por uno de ellos, Steve Cook, para cerrar LINK, ETHNIC, Working Class Queers y LABIA porque, entre otras razones, perdieron el tiempo en las reuniones, fueron "aburridas" y frustró OutRage! tirar dinero. Ninguno de los grupos había gastado mucho dinero: LINK, ETHNIC y Working Class Queers ni siquiera podían matar a nadie porque nadie acudía a sus reuniones para arreglarlo. La mayoría del trabajo fue realizado por algunas personas que usaban equipos en sus lugares de trabajo, una política que fue alentada positivamente por OutRage! para todos los grupos. Los miembros fueron citados diciendo que los grupos focales los hicieron sentir "incómodos" y "culpables". Para mí y para otros, eso demostró que estábamos cumpliendo con una de las tareas que los grupos se prepararon para hacer, y llamando a su conciencia colectiva.
"OutRage! Los hombres estaban hartos de haber sido atacados por la culpa, una admisión de que solo saldrían del registro ... ¿Podría ser cierto que ... OutRage! quiere la caballerosidad y la influencia civilizadora de las mujeres, sin la comodidad de grupos problemáticos que desafían el sexismo, el racismo y el clasismo? "10

Irónicamente, OutRage! notificó a la prensa que la primera acción después del cierre de los grupos focales era incluir la crucifixión de una lesbiana. En un artículo de Sarah Graham (asistente habitual), Derek Jarman e Isaac Julien (el primero había estado en una reunión en 1992, este último en ninguna), se afirmó que "informes virulentos basados en informes inexactos" que los llevaron a concluir, 
"¿Se está sacrificando el futuro de OutRage! Por las plumas envenenadas de personas que pueden tener agendas ocultas" 11.

¿Una agenda oculta? ¿De que? ¿Derechos iguales? Parece extraño que cierren los grupos focales, prohibiendo cualquier discusión sobre sexismo, racismo y abismo. OutRage! no ha intentado explicar dónde exactamente eso dejó a las mujeres, a las comunidades étnicas y a los discapacitados, o cómo podrían ignorar el hecho de que los problemas relacionados con el racismo, el abismo y el sexismo no pueden separarse fácilmente de la homofobia.
Desde entonces, cualquier esfuerzo que OutRage! ha hecho para atraer a más lesbianas, negros, asiáticos o discapacitados realmente no ha funcionado, aunque los miembros del grupo siempre afirman que son una organización completamente integrada. Para otros, era completamente comprensible simplemente porque OutRage! (y Stonewall) tuvieron un puñado de mujeres "activamente involucradas", no significaba que se promovieran los problemas de lesbianas. La comunidad lésbica per se no había intentado formar una línea y expresar sus propias preocupaciones a menos que se lo haya obligado a tomar una posición. Como la autora Cherry Smyth preguntó:
"¿Es también el caso de que las lesbianas aún no hayan iniciado una agenda queer que sea proactiva en lugar de una reacción a los sentimientos de exclusiones?" 12 

¡LABIA y los otros grupos focales fueron casi con certeza una reacción a la falta de consenso y democracia dentro de OutRage! y creo que sufrieron por eso. Las lesbianas involucradas se sentían como si estuvieran siempre a la defensiva, teniendo que demostrar sus motivos para hacer campaña en torno a cuestiones distintas de los derechos reproductivos y de custodia. A menudo se sucedieron batallas a pequeña escala sobre el financiamiento y el tiempo. Hubo presión de OutRage! para mostrarle a la comunidad externa que estaban lidiando con problemas de lesbianas, pero se llevaron a cabo discusiones semanales sobre los grupos de enfoque para que existan dentro de la estructura. Las lesbianas no sentían que habían sido invitadas a este círculo, e incluso tuvieron que preguntar si las lesbianas necesitaban ir a las protestas.

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