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domingo, 24 de septiembre de 2017

la teoría queer y transactivismo son contrarios al feminismo radical.




Vamos a argumentar de la manera más sencilla por qué la teoría queer y transactivismo, son contrarias al feminismo radical.
  • Sexo: Condición orgánica que distingue entre machos y hembras. En la especie humana las hembras adultas son las mujeres y los machos  adultos los hombres.
  • Género: Construcción social jerárquica, sin bases biológicas, diferencia a los machos de las hembras, sosteniendo hombre es por naturaleza superior a la mujer. Establece conductas sociales según el sexo, imponiendo la superioridad social, cultural, política y económica de los hombres sin justificación material.
El feminismo radical, analiza el patriarcado como estructura social, política y económica, como históricamente se ha construido una estructura jerárquica entre sexos. Establece diferencias entre hombre y mujer más allá de su condición biológica, construyendo normas sociales que diferencia a las mujeres de los hombres.
Para poder establecer el poder de los hombres hacia las mujeres, debe justificar desigualdades entre sexos, por lo tanto el género es la herramienta principal para imponer diferencias inexistentes.
En primer lugar el hombre no tiene capacidad gestante, antiguamente solo existía "madre" (quien paria los hijos), el hombre no tenía propiedad frente a los hijos, la civilización avanza y se generan desigualdades sociales ( propiedades y estatus económico entre los hombres). ¿Cómo podían controlar y asegurar que eran descendientes suyos?, imponiendo a las mujeres mantener únicamente relaciones sexuales con ellos (monogamia) y estableciendo la estructura matrimonial como hombre proveedor de alimentos y seguridad, único con derecho a heredar poder y propiedades, relegando a las mujeres como gestantes de sus hijos (no de otros hombres) y negandoles las actividades políticas, obtención de recursos, a base de violencia y sumisión frente a ellos.

De esa forma tal como las civilizaciones avanzan y se desarrollan, los roles de género se van ampliando, creando generacionalmente creencias y desigualdades entre los sexos.
En muchas culturas patriarcales existían más de dos géneros, hombre, los hombres que no cumplían la masculinidad impuesta podían ser asignados a otros géneros, bajando de esa manera su estatus social, pero siempre por encima de las mujeres.
No solo ha existido un binarismo de géneros, no es algo nuevo la teoría queer, mezclar géneros para bajar el estatus social de los hombres, pero nunca para que las mujeres obtuvieran derechos. En este caso las mujeres como sexo y género, han sido el eslabón más bajo, en un estructura social patriarcal.
Y llegamos a la actualidad, donde el feminismo radical, conociendo la estructura patriarcal y como los hombres, impusieron unos privilegios frente a las mujeres, sometiendolas violentamente, crearon unas diferencias inexistentes entre los sexos.
Simone de Beauvoir en su libro el segundo sexo, hace un análisis profundo sobre género y sexo, citamos la frase que más está utilizando el movimiento trans para tergiversar el feminismo.
“No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino.” En esta frase lo que indica, que la propia civilización nos ha llevado a las mujeres (hembras humanas - sexo) a asumir ser mujeres (género), que nuestra desigualdad es generada socialmente y no biológicamente. Que ser mujer no es lo que nos han impuesto, si no simplemente diferenciarnos por capacidades reproductivas de los hombres, somos hembras de la especie humana, que el resto es una construcción social (género).
Por eso las feministas radicales luchamos por abolir los géneros, abolir el género significa acabar con la estructura patriarcal que impone jerarquías entre el macho y la hembra.
Dividirnos por género, ha generado sociedades machistas, donde se piensa que el hombre es por naturaleza superior a la mujer. Lo único que significa ser mujer, es ser hembra de la especie humana, eso no nos hace inferiores a los hombres, nos da una función reproductiva distinta, tenemos las mismas capacidades físicas y biológicas de la especie, excepto la capacidad de gestar. Nos imponen el género desde que se visualiza nuestra biología, un humano con genitales de hembra, queda relegado a género y estatus inferior. De esa manera sera tratado socialmente, con diferencias y sin privilegios.
Y ahí es donde somos totalmente incompatibles con la teoría queer y transactivista, si la base principal del patriarcado, es imponer superioridad de los machos frente a las hembras, identificarse como mujer en base al genero, seria como decir que el patriarcado tiene razón.
Ser feminista radical no es ser transfobica, precisamente nosotras reivindicamos que nadie debería tener diferencias por su condición biológica, que nacer como hembra humana no debería ser motivo de discriminación y sumisión social. Si viviéramos en una sociedad sin estereotipos de género, dónde no nos obliguen a diferenciarnos constantemente del sexo contrario. No habría forma de identificarse como hombre o mujer, más allá de la realidad biológica, el sexo con el que nacemos.
Pero no vivimos en esa sociedades, vivimos en sociedades donde por nacer hembra humana (mujer), se le mutila los genitales femeninos, se les asesina nada más nacer por su condición de hembra, se hacen abortos masivos al ser perceptible en ecografías su sexo, se nos explota reproductivamente y se nos discrimina social, politica y economicamente por el simple hecho de nacer hembras humanas.
No es una cuestión de deseos, identidades o género. Por lo tanto ser mujer es un posición política, donde cualquier hembra humana puede verse afectada por esta opresión en mayor o menor escala. El patriarcado se encargó durante miles de años, de dejar bien establecidas esas jerarquías, mezclando sexo y género, como única base social. Por lo tanto que un hombre (macho humano), se identifique como mujer, no le da una realidad material/biológica, puede asumir los roles establecidos, convirtiéndose en un hombre afeminado, que obviamente sufrirá discriminaciones similares, al bajar su estatus social negando su masculinidad y privilegios.
Por lo tanto no negamos los derechos de los trans, sino que reivindicamos el lugar de las mujeres en la lucha feminista, si nosotras asumimos el género como realidad social de ser mujer, estaremos asumiendo las jerarquías patriarcales.

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